Pequeñas satisfacciones
En un negocio necesitas tener la
capacidad de reinventarte y a las pocas semanas de abrir la Tetería se me
ocurrió poner una “frase inspiradora” en un atril bien visible en el aparador.
Cada
día una “diferentTE”!!!
Me llenaba de gozo ver la cantidad de
gente que hacía de su recorrido diario una rutina para ver la nueva frase del día.
Algunos
decían que daban más vuelta de la necesaria en su camino hacia sus quehaceres
por el simple hecho de verla.
Era
reconfortante ver sonreír a la mayoría tras su lectura.
Otros,
sacaban el móvil para hacerle una foto por si no la recordaban o la copiaban en
un pedazo de papel rebuscando en el bolso.
Una mañana entró una señora con unas
carpetas en la mano y me pidió un té.
Sonreía
cálida y abiertamente como si me conociera y mientras preparaba su té me habló:
-Quería darle las gracias por la frase que puso ayer aquí fuera.
Mi sobrino lleva casi un año con una profunda depresión por problemas económicos y ayer cuando vino a
la Notaria de aquí al lado se fijó en ella.
Llegó a casa dibujando una sonrisa que ya era desconocida para
nosotros y con un optimismo que nos sorprendió gratamente.
Si me hiciera el favor de volvérmela a escribir se la llevaría
de recuerdo junto a estos documentos que he venido a recogerle.
Así lo hice.
Me volvió a dar las gracias y un gran abrazo.
Y
yo me emocioné tanto que me prometí a mí misma no dejar un solo día de ponerla.
Una
frase de motivación, de amistad, de amor, de vida…..
Aquella
decía así…
"La verdad es que este hábito no sirvió
para que entrara más clientela en mi humilde negocio, pero qué importaba si la
VISTA de aquél sencillo escrito podía hacer feliz a alguien cualquier día en
cualquier momento".
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