martes, 11 de agosto de 2015

UN AURA ESPECIAL

UN AURA ESPECIAL

 ¿ Nunca habéis tenido la sensación de conocer a alguien sin haberle visto jamás?


          Entré en aquella tienda (AUDREY, moda i complements)  por primera vez para realizar un cambio.
Me habían regalado un bolso, y tenía una costura que se abría.
Un aura especial me envolvió por unos instantes  en aquel ambiente, algo muy difícil de explicar, de expresar con palabras; sin embargo al salir de allí, se me fue de la mente, lo olvidé,  sin más….

          Semanas después alquilaba el local de enfrente  para montar mi negocio.
Una de las primeras personas que  compartió su té conmigo fue Marta, la misma que unos meses antes me hizo sentir ese presentimiento tan extraño y especial.
De hecho, ahora volvía a sentirlo cada vez que la tenía cerca.

          De Marta no puedo explicar una sola historia como en “ANECDOtes”,  porque los cuatro años que compartí con ella como vecina, compañera, confidente y amiga,  fueron una anécdota contínua.


         Su ayuda desinteresada,  su predisposición para ayudarme en  cualquier momento,  su juventud, temperamento, estilo y  carácter risueño,  fueron un pilar de referencia en mi día a día, y brillaba con tanta luz  que me contagiaba su entusiasmo.


          Aquél AURA que sentí el primer día que la conocí  empezaba a tener significado.

          Notaba con ella una vibración especial,  como si hubiera formado  parte de mi vida desde siempre.
Me preocupaba  si un día abría su tienda tarde… o si se encontraba mal,   y había un delicado hilo que me unía a sus necesidades estirándome para que,  a menudo, sin pedírmelo, le llevase una bandeja con un "tentempié de merienda", un té nuevo recién llegado, o aquel bocado “diferente” que acababa de añadir a la carta.


Fue siempre un apoyo incondicional en cada duda que se interponía en mi agenda.

     
           Es evidente que cuando sientes algo tan intenso por una persona no se puede disimular.
Un día, en una conversación  con varias amigas de la tetería, hice un comentario en voz alta y con tono alegre:
                  -…pero cómo puedo quereros tanto??!!
A lo que una clienta (a la que también quiero muchísimo y dice siempre las cosas como las siente) añadió:
                  -…siiii, pero a Marta más que a ninguna!

        
          Quizá aquél comentario sobrara, pero lo cierto es que tenía razón.
Y es que… los sentimientos nunca son iguales hacia todo el mundo.
Y aunque mi exclamación brotó desde lo más hondo de mi alma, ese afecto inconmensurable que me nace por Marta es tan distinto, que debía levitar entre las teteras impregnando el ambiente del local.

          Por este motivo, esta historia no ha sido la primera en narrar en este blog,  por no herir la sensibilidad de nadie, por ser, además, muy difícil de interpretar por escrito algo tan especial, y muy complejo haceros creer que percibí que estábamos PREDESTINADAS a conocernos para compartir momentos inolvidables de los que en muchas ocasiones he aprendido tantísimo!!

          Sois  much@s  los que me habéis hecho sentir "diferente",  y no  quisiera  que penseis que Marta es una privilegiada, pues la PRIVILEGIADA fui yo el mismo día que decidí abrir mi tienda delante de la suya y así,  poder disfrutar de su cercanía, su paz interior, su confianza, dulzura y cariño…

         ….Y si verdaderamente existe la reencarnación, os aseguro que ese AURA tan especial que percibí desde el primer momento que la conocí, fué la confirmación  de que formó parte de mí en una vida anterior.
...Y con una felicidad plena, doy  gracias,  mirando al cielo por haberla disfrutado tan cerca durante esos cuatro años.

                                                                                                                   T’estimo molt  “MARTA Oltra”-
junt amb les meves filles ets la "meva nina de l'ànima"

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